Los crustáceos, a pesar del exoesqueleto que en algunos grupos como los decápodos está muy calcificado, tienen múltiples depredadores, especialmente peces y cefalópodos. Esto ha dado lugar a que hayan desarrollado distintas y efectivas estrategias defensivas, que han contribuido a su éxito evolutivo. Una de las principales, en aquellas especies que viven en la capa de agua iluminada, es la adopción de hábitos nocturnos, evitando coincidir con una gran parte de sus depredadores, como son los peces diurnos. Durante el día permanecen enterrados en el sedimento o dentro de grietas o cuevas, saliendo al exterior durante la noche para alimentarse.
Las especies de fondos blandos, en caso de peligro, corren rápidamente a enterrarse.
Algunos crustáceos adoptan coloraciones y dibujos parecidos al del substrato sobre el que viven. Por ejemplo la gamba Hippolyte prideauxiana presenta un dibujo que simula la pinnulas del crinoideo Antedon mediterranea, aparte de tener una coloración parecida. Lo mismo ocurre con Balssia gasti, una pequeña gamba que vive sobre gorgonias, a las que imita en forma y coloración.
La presencia de unas células situadas en la dermis y denominadas cromatóforos permiten a los crustáceos realizar cambios de coloración. Éstos pueden contener uno o varios pigmento.
O esta pequeña galatea que, por tamaño y color, pasa desapercibida sobre el pepino de mar Holothuria sanctori.
Otra forma de confundirse con el sustrato consiste en colocarse fragmentos de diferentes organismos, como hidroideos, algas, etc. Para ello poseen cerdas a las que adhieren estos elementos.
10-08-2020 Un Inachus recubierto de algas rojas
17-10-2020 Pisa sp. Ensenada de los Berengueles - 4 m.
En algunos casos transportan sobre el dorso grandes fragmentos de esponjas, ascidias, conchas u otros objetos, que han recogido o recortado previamente con los quelípedos, y sujetas por el cuarto o el quinto par de patas, situadas algo dorsalmente. Como ejemplo tenemos a los braquiuros Dromia personata o Ethusa mascarone
Las grandes quelas de los bogavantes también constituyen un buen arma disuasoria.
Las gambas del género Alpheus presentan una de las quelas del primer par de patas muy desarrollada. El chasquido de la misma puede aturdir a una presa o hacer dudar a un depredador
Un método eficaz consiste en asociarse con especies que tienen buenos mecanismos defensivos, como son los las células urticantes de los cnidarios.
La potente cola en abanico de algunos decápodos, como esta langosta, les permite escapar rápidamente en caso de peligro. (Video realizado en las Islas Columbretes)
Los cangrejos ermitaños protegen su abdomen blando, aparte del resto del cuerpo, en el interior de la concha de moluscos gasterópodos. Esta defensa se hace más efectiva cuando se asocian con anémonas, que transportan sobre la concha, para aprovechar sus sistemas defensivos.
Ermitaño manipulando una anémona (Calliactis parasítica) para colocarla sobre la concha (x4).
El fuerte caparazón de los balanos les protege de sus depredadores.
Caparazón de Austromegabalanus psittacus, especie chilena de gran tamaño. Reconstrucción volumétrica obtenida mediante microtomografía realizada en el Centro de Instrumentación Científica de la Universidad de Granada
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BIBLIOGRAFÍA
General
- Zariquiey, R. 1968. Crustáceos Decápodos Ibéricos. Investigación Pesquera, Tomo 32.
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LUIS SÁNCHEZ TOCINO